miércoles, 18 de enero de 2012

CÓMO PROMOCIONAR LIBROS EN LAS REDES SOCIALES


Han pasado ya cuatro años desde que la campaña “Blog-a-Penguin Classic” llevada a cabo por la editorial Penguin en el Reino Unido ganara un galardón en los New Media Age Awards y, sinceramente, no parece el sector haya encontrado la fórmula que le lleve a conseguir visibilidad en las redes sociales desde entonces. En ese caso lo que hizo la editorial fue crear una página www.blogapenguinclassic.co.uk en la que se publicó una extensa lista de libros con la idea de enviar un ejemplar a la primera persona que se ofreciera como voluntaria a leerlo y hacer un comentario sobre el mismo. La noticia corrió como la espuma y en 24 horas se reservaron todos los libros.
Es verdad que los escritores se han puesto las pilas y son, de hecho, los principales promotores de sus obras desde sus propios blogs. Un buen ejemplo es el del brasileño Paulo Coelho, quien va alimentando a sus seguidores con adelantos en distintas redes de lo que está escribiendo, además de conversar con ellos. Sin embargo, hay que reconocer que, de momento, el sector editorial no ha encontrado todavía la viralidad deseada. Por eso conviene destacar el ruido que últimamente están haciendo algunas firmas editoriales,en especial SM. Ya en el 2009 apuntaron maneras al convertir a internet en el epicentro de sus acciones para promocionar la novela Bel: amor más allá de la muerte: creación de un blog específico, invitaciones a los usuarios de Tuenti y Facebook a participar en concursos de creación literaria... Este año han preferido dirigirse exclusivamente a los blogueros para dar a conocer Pandemonium, una novela dirigida a los jóvenes que sale a la venta el 21 de febrero. ¿Su estrategia? Dividir en dos grupos a 72 blogueros que tendrán que competir para ver cuál es el primero en conseguir que la totalidad de sus integrantes lean el libro, teniendo en cuenta que solo habrá un ejemplar por grupo. El reto se puede seguir en la web de LiteraturaSM, pero también por Twitter: #RetoPandemonium. Esperemos que sigan surgiendo nuevas ideas y que el placer de la lectura corra también por las redes.

miércoles, 11 de enero de 2012

APPS CON POLÉMICA LEGAL


Hay aplicaciones que salen al mercado sabiendo de antemano que más de uno se va a rasgar las vestiduras. Son conscientes de que llevan la palabra “provocación” escrita desde la primera imagen de pantalla y a sus creadores no les importa, probablemente porque saben que no existe ley alguna que pueda condenarlas. Sería el caso, por ejemplo, de la comentada Confession, que permite al usuario expirar todos sus pecados por teléfono. Sólo tiene que seleccionar su falta en una lista y, al instante, recibe la penitencia adecuada. La idea se le ocurrió a un obispo norteamericano y por mucho que el Vaticano la condene e insista en que “el diálogo personal entre el penitente y el confesor no puede ser sustituido por ninguna aplicación informática”, lo cierto es que poco puede hacer desde un punto de vista legal. En cambio, con la aplicación Roll your Own, las cosas no están tan claras. Se trata básicamente de un cursillo en toda regla con numerosos vídeos y fotos en los que se enseña detalladamente el arte de enrollar tabaco o cualquier cosa que se le parezca. El problema legal aquí radica en que debido a “las frecuentes referencias a alcohol, tabaco y drogas”, sólo pueden descargar la aplicación los mayores de 17 años, y eso es algo que en estos momentos no parece fácil de controlar.
Más complicado en lo que a legalidad se refiere lo tiene la nueva aplicación de Amazon. Se llama Price Check y permite al consumidor la comparación rápida de precios para un producto desde el mismo punto de venta escaneando el código de barras, fotografiando el producto o escribiendo la marca y el modelo. Nadie duda de que se trata de un ataque directo  al canal de venta de tiendas físicas y no sorprende que haya hecho estallar a la industria detallista de Estados Unidos al considerarse una competencia desleal como consecuencia de la exención de impuestos que disfruta amazon.com en algunos estados. Y aunque esta compañía podría escudarse en que es una manera de que el usuario pueda acceder a la información técnica sobre el producto, sus propiedades, o la opinión en foros, resultaría bastante difícil de sostener ante un tribunal cuando, como medio de promoción, la es lo que amazon.com ya ha hecho de forma promocional, la misma empresa está ofertando al comprador un descuento del 5% sobre el precio marcado en su tienda online.