TODOS QUIEREN SER GROUPON

Es un secreto a voces que Google está intentando por todos los medios comer de la tarta de las ventas colectivas. En un primer momento optó por la vía rápida y ofreció 4.000 millones de euros al fundador de la compañía, Andrew Mason, pero ante la negativa de éste, decidió montar su propio Groupon bajo el nombre de Google Offers. La primera promoción ha sido ofrecer por 15 dólares un vale descuento de 25 dólares para compras en las tiendas físicas y online del distribuidor de artículos deportivos REI. Pero la cosa no queda ahí, ya que también ha lanzado su propia aplicación para los móviles Android que permite a los usuarios recibir información sobre las ofertas que pueden ser de su interés. Lo que quizás no se esperaban es que les saliera un competidor en el sector periodístico, concretamente un consorcio formado por más de 200 periódicos estadounidenses que más o menos han tenido la misma idea. La plataforma se llama Find n Saved (algo así como “encuentra y ahorra”) y ofrece desde cupones hasta “ofertas del día” y es un claro ejemplo de que los periódicos no quieren dejar de escapar la publicidad de sus páginas, por lo que no les ha quedado más remedio que renovarse.

CÓMO GESTIONAR LAS OPINIONES NEGATIVAS

Dado el gran impacto de las redes sociales, las marcas se han lanzado a utilizarlas como herramienta para conseguir visibilidad y potenciar la relación con sus clientes. El problema es que muchas no son conscientes de que estas plataformas tienen exactamente la misma capacidad de encumbrarlas que de hundirlas y, cuando eso sucede, son muy pocas las que están preparadas para afrontar la impopularidad. En tal caso, podemos recomendarles desde aquí dos soluciones opuestas pero igual de eficientes.

Una opción consiste en contratar un servicio online de reciente implantación que se dedica exactamente a eso, a gestionar clientes enfadados. Lo ha creado la empresa española Pyrenalia y, mediante la plataforma tecnológica Opinat, es capaz de actuar de forma inmediata sobre aquellos clientes que expresen una opinión desfavorable acerca de la compañía. Seguidamente, ponen en conocimiento de la empresa la información recibida y se activan los protocolos para contactar con el detractor vía teléfono, sms o email. Ahora bien, si lo que buscan es originalidad, entonces pueden imitar a los propietarios del Hans Brinker Budget Hotel, un hostal de Amsterdam considerado como "el peor hotel del mundo". "El baño es un asco", "las habitaciones son pequeñas" o "parece una cárcel" son algunos de los comentarios que se leen de él en TripAdvisor y que el hotel ha decidido aprovechar en un arrebato de valentía e, incluso, premiarlos. De ese modo, si yo decido colgar un vídeo mencionando el hotel, sea para alabarlo o denostarlo, y resulta que recibe más de mil visitas, la dirección me premia con 10 dólares en efectivo. Ya lo dijo alguien por ahí: "Que hablen de ti, aunque sea mal".

¿QUÉ ES EL NEUROMÁRKETING?

  

Es la palabra de moda, pero se trata de una disciplina que lleva un tiempo aplicándose en publicidad. La novedad es que ahora algunos han decidido ponerla en práctica para estudiar nuestra relación con las redes sociales y, por ese motivo, ha adquirido tintes futuristas.

Estrictamente hablando, el neuromárketing se ocupa de medir las respuestas de los individuos a los anuncios publicitarios a partir de la actividad registrada en su cerebro durante su exposición a ellos. Después de averiguar los niveles de atención del sujeto segundo a segundo y plano a plano, el anunciante podrá tomar decisiones como, por ejemplo, prescindir de un plano concreto o añadir una secuencia similar a otra que funcione bien. Pero aparte del pretest de anuncios de televisión, el neuromárketing tiene otros propósitos de investigación como, por ejemplo, la predicción de la viralidad de los anuncios en la red –un caso claro es el de la SuperBowl de Estados Unidos– o la medición de las asociaciones de marca con un personaje popular.

¿Y cómo se hace esa medición? Pues a través de máquinas de imágenes de resonancias magnéticas funcionales (fMRI) que permiten sacar una fotografía de la actividad cerebral aumentando la oxigenación de la sangre. ¿Ciencia ficción o el futuro de los estudios de mercado?